Equilibrio Visual

En las representaciones plásticas, el equilibrio está condicionado por el peso visual de las formas representadas. El equilibrio determina el lugar que debe ocupar cada elemento para que la nuestra representación visualmente tenga sentido.


Peso visual

El peso visual es la fuerza que posee un elemento dentro de una composición para atraer o repeler a los demás elementos que se encuentran próximos a él.

La fuerza visual de un elemento se determina principalmente por su tamaño y su posición respecto al resto de elementos. Veamos todos los factores que pueden afectar en el peso visual de un elemento respecto al resto de la composición.

  • Tamaño. Es evidente que en una representación un elemento de mayor tamaño tiene mayor protagonismo que otro objeto igual forma, pero menor tamaño.
  • Ubicación. Por lo general, un mismo elemento en una posición baja, tiene más peso que en una posición alta. De igual modo, en los países occidentales donde el sentido de lectura es de izquierda a derecha, un elemento situado a la derecha siempre tendrá más peso que uno situado a la izquierda.
  • Aislamiento. En una composición con un grupo de elementos iguales, un elemento tendrá más peso visual si se encuentra aislado que dentro de un grupo.
  • El color. La disposición de colores es también importante para el peso visual. Considerando dos objetos idénticos donde solo varía el color:
    • Los colores oscuros pesan más que los claros.
    • Los colores cálidos pesan más que los fríos.
    • Los colores saturados pesan más que los menos saturados.
      El aquelarre de Goya
  • Contraste. Ante un fondo neutro el objeto que presenta más peso visual es el que ofrece mayor contraste. De igual modo, un elemento que contraste respecto al resto de elementos tendrá mayor fuerza visual.
  • Complejidad. Las formas que son más fáciles de reconocer tienen mayor fuerza visual. De modo que las formas cerradas, geométricas, regulares y fácilmente reconocibles serán las más pesadas visualmente.
  • Textura. Dentro de una representación, un elemento con textura tendrá más atracción visual que uno que no la tenga textura o la tenga, pero destaque menos.

Tipos de equilibrios compositivos

Como ya hemos visto, todas las composiciones plásticas quedan determinadas  por la relación entre los elementos de la composición y sus respectivos pesos visuales. Las distintas maneras de equilibrar esas fuerzas visuales se pueden clasificar en 2 grandes bloques:

Equilibrio compositivo estático.

Las composiciones estáticas son aquellas en la que los elementos visuales están dispuestos a ambos lados del eje central de la imagen, de tal modo que los los dos lados atraen la mirada y comparten por igual el peso visual. Es un equilibrio simétrico, que resulta estable y genera sensación de orden y tranquilidad.

Equilibrio compositivo dinámico.

En las composiciones dinámicas ambos lados del eje están descompensados en cuanto a fuerza visual. No existe relación simétrica en la composición y la fuerza visual de los elementos es desigual. Las composiciones dinámicas tienen un equilibrio asimétrico e inestable que transmiten vitalidad, flexibilidad y dinamismo.

La bailarina de Edgar Degas


Cuando organizamos los elementos en una representación tenemos que buscar la maneras de equilibrar los elementos, especialmente cuando los elementos tienen distinto peso visual y existen desequilibrios e inestabilidad.

Ley de la balanza.

Este es un procedimiento compositivo empleado para equilibrar el peso visual de las composiciones inestables. La ley de la balanza consiste en distribuir los elementos plásticos de tal manera que la vista se vea atraída de igual manera por ambos lados del eje central imaginario de la imagen. Si dispone el mayor peso visual cerca del centro de la composición y se reparten el resto de elementos, de menor fuerza visual, para equilibrar la imagen.

El temerario remolcador de William Turner


Ley de los tercios.

La ley de los tercios es un recurso simple y efectivo a la hora de definir los puntos de mayor interés de una imagen. Este método consiste en dividir en tres partes el formato de la imagen, tanto en sentido vertical como horizontal. Con ello trazamos 2 líneas horizontales y dos verticales que se cruzan en cuatro puntos. Esas intersecciones son las zonas con mayor atracción visual de la imagen. Si colocamos un elemento importante de nuestra representación en esas zonas, de forma exacta o aproximada, acentuamos su protagonismo.

Ley de los tercios.