La visión humana es capaz de distinguir he interpretar las tres dimensiones espaciales: altura, anchura y profundidad. Resulta fácil entender como percibimos la altura y la anchura, pero ¿qué sucede con la profundidad? Existen una serie de indicadores o claves que nos ayudan a interpretar la profundidad gracias a cierta información.
Índice
Claves Pictóricas de Profundidad
Estas claves de profundidad se pueden dividir entre binoculares o monoculares en función de si es necesario la interacción de los dos ojos o solo uno para poder interpretar la información. A su vez, podemos distinguir entre claves estáticas o claves dinámicas, en función de si es necesario el movimiento para obtener ese indicador o clave.
Para este tema nos interesan las claves pictóricas, que son claves monoculares estáticas que usamos para las representaciones artísticas.
Perspectiva lineal
Se basa principalmente en la aproximación visual de los objetos entre si según se alejan en el espacio. Esto produce la convergencia de las líneas paralelas, que tienden a confluir el un mismo punto llamado punto de fuga.
Altura relativa.
Los objetos que se asientan más cercanos a la línea de horizonte se perciben como más lejanos. Para entender esta clave y la anterior conviene tener presente concepto básicos de perspectiva cónica.
Tamaño relativo.
El tamaño relativo de los objetos nos permite determinar cuales están más cercanos respecto a otros y viceversa. Si vemos que un objeto está representado más grande respecto a otro entenderemos que se debe a que está más cerca del observador.
Tamaño familiar.
Este principio aplica para objetos que nos resultan conocidos y entendemos cual es su tamaño real aproximado. Sabiendo cual es tu tamaño real podemos entender si está más cerca o lejos según el tamaño que tienen en la representación.
Superposición de formas.
Cuando existe superposición entre dos formas, percibimos como más cercana aquella que tapa a la otra. Cuando son múltiples formas las que se solapan, este efecto se acentúa.
Perspectiva aérea.
Esta clave de profundidad hace referencia a como afecta la distancia a las cualidades de color. Las figuras cercanas tenderán a percibirse como más saturadas y contrastadas. En cambio, las que se encuentran más lejos tendrán colores más apagados y menos contrastados.
Luces y sombras.
Como vimos en el tema del claroscuro, las luces y las sombras nos ayudan a definir y representar la forma de los objetos. De igual modo, estos elementos nos ayudan a ubicar los objetos en el espacio. Por ejemplo: si conocemos la situación de un objeto y la ubicación de su sombra, tanto propia como proyectada, podemos tener indicios de que lugar ocupa en el espacio, conociendo o presuponiendo la fuente de luz de la escena.
Detalles.
Los objetos cercanos son percibidos con más detalles que los objetos lejanos.
Gradiente de texturas.
Las texturas cumplen patrones muy variados, pero todos ellos se ven afectados por la distancia del observador. Cuando estamos ante una superficie que se prolonga en la distancia, podemos distinguir un cambio gradual en la proporción del patrón de la textura.
Me gustaría añadir un recurso más que en ocasiones no se considera una clave pictórica, sino una clave ocular, pero si es un recurso muy presente en fotografía y recreado en representaciones plásticas. Se trata de la acomodación ocular. Es la responsable del enfoque y desenfoque de la visión. Usar o recrear este recurso en las representaciones puede acentuar la sensación de profundidad.